La cocina se entiende muchas veces como un lugar puramente funcional, y con un énfasis excesivo en el higiene que debe tener. Por ello muchas veces se evitan las cortinas, alfombritas y adornos. La cocina además de ser el lugar donde preparamos los alimentos, (lo que implica un especial cuidado en la limpieza) ella debiera ser un espacio que nos inspire. Cocinar es una forma de arte y debería tener todas las condiciones para estimularnos a crear nuestras mejores obras. Mi cocina tiene una alfombra justo frente al lavaplatos y el lavavajillas, la que recibe muchas gotas de agua al día y con ello no se ensucia el resto del piso del recinto. Además tiene cortinas. La única precaución es que la alfombra y las cortinas deben ser lavadas seguido, pero he descubierto que es mucho más facil lavar una cortina que sacarle la grasilla que se acumula en las persianas.Además para los que desayunamos y comemos en la cocina, una mesa bien puesta, con flores naturales y bonito mantel transforma nuestras comidas en experiencias placenteras.
Jacintos en la ventana de mi cocina
Nuestro espacio de trabajo en la casa puede convertirse tambien en un espacio estimulante. Cuando intentamos imprimirle nuestra personalidad, combinar las cosas que nos gustan, exponer nuestras fotografías, recuerdos y rodearnos de las cosas que necesitamos para producir buenas ideas, ese espacio debería ser uno de los más importantes de la casa.
En mi escritorio combino muebles modernos y funcionales con muebles vintage. Los muros son oscuros, los muebles blancos. Una lámpara de lágrimas, una silla transparente y una silla de computador de estilo moderno, combinado con fotografías familiares y un panel lleno de recortes a modo de collage, producen el ambiente que necesito para trabajar.
Siempre intento tener flores, como estas lindas rosas
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